Mifepristona: Una Herramienta Para la Libertad Reproductiva
Priya Pandey y Angélica Díaz Nuñez
La reciente decisión de la Corte Suprema de mantener la mifepristona disponible y accesible significa una forma crucial para que las personas, en particular les jóvenes, accedan al cuidado de salud reproductiva y que siga siendo legal y protegida.
Incluso antes de la decisión Dobbs, barreras como las leyes de participación de les familiares, la Ley Mordaza Doméstica del Título X y la Enmienda Hyde restringían severamente el acceso al aborto. Estas restricciones legales y políticas afectaron desproporcionadamente a les jóvenes, quienes a menudo luchan con limitaciones financieras, barreras logísticas como la posibilidad de viajar a lugares de servicio distantes y el estigma que rodea al aborto. Ese estigma obstaculiza aún más su capacidad de buscar cuidado de la salud necesario y defender los derechos reproductivos en medio de un clima legislativo hostil destinado a limitar el acceso al aborto en todo el país.
Aunque las prohibiciones y restricciones al aborto afectan a todas las personas que buscan cuidado de la salud reproductiva, les jóvenes enfrentan obstáculos logísticos y legales adicionales. Por ejemplo, les legisladores de Idaho, un estado que ya ha prohibido el aborto, recientemente se convirtieron en el primer estado en penalizar la asistencia a una persona menor de 18 años para viajar fuera del estado para obtener un aborto deseado. Las restricciones y prohibiciones al aborto no solo afectan a les jóvenes con embarazo o que buscan abortar. También influyen en sus decisiones sobre votar y dónde vivir, estudiar y trabajar, así como en su capacidad para gestionar su futuro reproductivo. Además, estas restricciones pueden afectar significativamente la salud mental de les jóvenes.
En 2022, el 58% de les adolescentes que solicitaron servicios de aborto optaron por un aborto con medicamentos. Casi una cuarta parte de les adolescentes eligió el centro de salud al que acudir porque ofrecía la opción del aborto con medicamentos, mientras que el 40% lo eligió por la proximidad y el 26% por la posibilidad de recibir cuidado de salud lo antes posible.
La accesibilidad de la mifepristona ha mejorado por las políticas de la FDA que permiten la prescripción por telesalud y la entrega por correo a les pacientes, así como su disponibilidad en las principales cadenas de farmacias y la prescripción por parte de enfermeres y otres profesionales de salud. Sin embargo, las prohibiciones estatales del aborto, las prohibiciones específicas de la telesalud para el aborto con medicamentos y los requisitos para la dispensación en persona de la mifepristona y las visitas en persona seguirán restringiendo el acceso en muchos estados.
Como resultado, la mifepristona representó casi dos tercios de todos los abortos practicados en Estados Unidos el año pasado. A pesar de las leyes estatales destinadas a restringir este medicamento, las estadísticas indican que las personas de esos estados siguen obteniendo la mifepristona a través de envíos postales, ya que las autoridades estatales tienen una supervisión limitada sobre los envíos gestionados por el Servicio Postal de Estados Unidos. Esta facilidad de acceso, unida a la amplia información sobre su uso seguro, subraya el papel crucial de la mifepristona en el empoderamiento de les jóvenes para gestionar su futuro reproductivo y afirmar su autonomía corporal.
La mifepristona es segura y eficaz, y ha sido utilizada por más de 5 millones de personas en EE.UU. tanto para el aborto con medicamentos como para el aborto espontáneo desde que fue aprobada por la FDA en el 2000. La posibilidad de acceder a la mifepristona ayuda a garantizar que los jóvenes puedan tomar decisiones médicas privadas en el momento oportuno y amplía el acceso a los servicios de salud reproductiva, que están gravemente amenazados en este país.
Debido a su edad, sus circunstancias económicas y otros retos específicos, les jóvenes se enfrentan a dificultades específicas para acceder a los servicios de salud reproductiva que la decisión del caso Dobbs solo ha empeorado más. Como resultado, no siempre se sienten con su poder para tomar las decisiones que desean sobre su salud reproductiva. Estas decisiones no existen en el vacío, sino que dependen de las esperanzas, los sueños, los miedos y los deseos de cada persona, así como de la realidad actual de su vida. Proteger el acceso al aborto con medicamentos, y la capacidad de autogestionar un procedimiento de aborto en casa, es una parte fundamental de la garantía de los derechos reproductivos de les jóvenes.
Para poder tomar estas decisiones con conocimiento de causa y apoyó, les jóvenes deben poder entender qué opciones tienen y estas opciones deben estar disponibles y ser accesibles para elles. Les jóvenes merecen obtener los medicamentos que necesitan, y les proveedores deben poder suministrarlos fácilmente y sin interferencias innecesarias de los tribunales o los políticos. Aunque la decisión del Tribunal Supremo es alentadora, aún queda mucho trabajo por hacer por parte de les defensores y les votantes para garantizar que el acceso a la mifepristona no se vea aún más sofocado por las políticas estatales. La mifepristona seguirá en el mercado y será accesible en los estados donde el aborto es legal. Sin embargo, el ataque contra el aborto farmacológico podría continuar; el caso en el que se centra la sentencia de la Corte se remitirá de nuevo al juez federal de distrito Matthew Kacsmaryk, que ya ha permitido a Kansas, Misuri e Idaho intervenir en el caso.
Todas las personas en cargos públicos electas de todos los niveles de gobierno deben hacer todo lo que esté en su mano para ayudar a proteger el acceso al aborto y a los servicios de salud reproductiva. Les jóvenes merecen vivir en un mundo que apoye sus esperanzas y sueños y les permita tomar las decisiones que estén en acorde con lo que quieren para sí mismes y su autonomía corporal. Debemos garantizar que la atención al aborto no sólo sea legal, sino también accesible, asequible y confidencial.